Recreación de la gran escalera del Titanic
Lunes, 11 de marzo de 2013
Los arquitectos de Kay Elliott
decidieron reinterpretar la maestría y las técnicas de los diseñadores,
carpinteros y artesanos que realizaron los interiores del Titanic.
Construido con un coste de
76 millones de libras y una superficie de 14.000 metros cuadrados,
Titanic Belfast es el mayor centro del mundo dedicado al Titanic.
Kay Elliott, los arquitectos de interior seleccionados para el
proyecto, decidieron desde un principio reinterpretar la maestría y las
técnicas de los diseñadores, carpinteros y artesanos de Harland and
Wolff que realizaron los magníficos interiores del Titanic y sus otros
buques gemelos hace cien años. Su misión, además de asegurar la función
práctica, consistió en reflejar y mantener el auténtico espíritu de la
pieza original tanto en la fabricación como en la elección de los
materiales, evitando la creación de una copia artificiosa o vulgar.
Este respeto por el original adquirió su máxima expresión en la
recreación de la Gran Escalera, que constituye el elemento central de
las mayores instalaciones de banquetes y conferencias de Belfast,
situadas en la quinta y sexta planta del Titanic Belfast. Aunque la
escalera no se incluyó en el diseño original de la compleja estructura
de acero del edificio, siempre hubo la esperanza, e incluso la
expectativa, de que este indiscutible icono del barco, tan arraigado en
la mente del público, encontrara su lugar en este homenaje al
transatlántico y a la tradición de los astilleros de Belfast.
El desafío al que tuvo que hacer frente Kay Elliott consistió en
diseñar una escalera que cumpliera tanto su función práctica como las
normativas de construcción vigentes y que además pudiera instalarse a
pesar de las limitaciones físicas que imponía la estructura. Sin planos
originales con los que trabajar,
el equipo de diseño dedicó varias semanas a una ardua investigación
utilizando antiguas fotografías, planos parciales y detalles de
carpintería de otras partes del barco. Trabajando sin introducir
modificaciones en la estructura, se creó una maqueta 3D en Autodesk
Revit, realizándose a partir de ella los estudios y los planos de
construcción a los que posteriormente se añadieron varios planos,
trazados a mano y con un gran nivel de detalle, de molduras,
balaustradas, pilares, paneles en realce, columnas, elementos de forja y
remates tallados.
Las
investigaciones revelaron que la escalinata original se había
construido en roble rojo estadounidense y caoba. Si bien el roble rojo
estadounidense era la elección obvia para esta recreación, antes de
adoptar una decisión final se efectuó una cuidadosa comparación con el
roble europeo, especialmente en lo relativo a la manera en que ambos
respondían a los tintes al agua. Dada la disponibilidad en Irlanda del
Norte de ambas especies con plena certificación de cadena de custodia y
con muy poca o ninguna diferencia de coste, la decisión se basó en la
consistencia de la calidad, el veteado - especialmente en el caso de los
paneles más anchos para la parte posterior de la escalera - y el color.
Otro factor que contribuyó a la elección de esta especie fue la mayor
facilidad para trabajarla y darla forma, algo especialmente importante
dada la complejidad de la geometría y el nivel de detalle de la
construcción.
La
construcción de la escalera se confió a Old Town Joinery, una empresa
de ebanistería situada en Bellaghy, en el Condado de Londonderry.
"Muchas veces tenemos que trabajar con roble europeo para no desentonar
con las puertas o los suelos existentes y en esta ocasión ha sido un
placer poder comenzar desde cero trabajando con roble rojo
estadounidense durante todo el proceso", explicó Sean Diamond de Old
Town.
La
nueva Gran Escalera tiene 7 metros de altura y 7,3 metros de anchura,
23 escalones y pesa casi cuatro toneladas. Se construyó en seis
secciones separadas para facilitar el traslado y la elevación con grúa
hasta la parte superior del edificio y consta de más de 10.000 piezas
individuales. Seis carpinteros trabajaron en el proyecto, que requirió
unas 1.500 horas-hombre y se prolongó durante cuatro meses a partir de
agosto de 2011. Muchas de las técnicas artesanales y herramientas que se
utilizaron fueran las mismas de hace cien años. Una de las piezas más
difíciles de construir fueron las secciones de doble curvatura de la
balaustrada, para las que fue necesario utilizar una caldera de vapor
construida especialmente para dar forma a los listones de roble rojo
colocados en el centro de cada tramo de barandilla. Cuando se les hubo
dado forma, se molduraron individualmente en toda su longitud.
Una
vez instalada la escalera y completados los retoques finales, Tim
Husbands, Director Ejecutivo de Titanic Belfast, explicó: "Kay Elliott y
Old Town Joinery han realizado un trabajo soberbio en un proceso que ha
sido extremadamente intrincado y detallado, ya que casi todas las
piezas de esta réplica casi exacta de la Gran Escalera se han fabricado a
mano y de manera tradicional".
Escrito por: David Craddock para Kay Elliott Architects
Especie: Roble rojo estadounidense
Arquitecto: Kay Elliott
Fotógrafo: Donal McCann
La Belleza de la Madera Recuperada
Un
árbol caído, una casa derruida, muebles abandonados, vigas con carcoma,
son algunas de las fuentes de donde podemos recuperar piezas de madera
destinadas a desaparecer. Ignoradas por su estado actual, algunos
artistas se atreven a devolverlas a la vida, tratándolas con sabiduría y
buen gusto para transformarlas en piezas únicas y de gran valor.
Desde
taburetes elaborados a partir de un leño sin más, hasta modernas mesas
donde los defectos, las grietas y los nudos de la madera, hacen de
estas, piezas singulares y esculturales y las convierten en sus señas de
identidad.
El diseño lo encontrarás en el buen uso que se haga de cada una de las piezas.
FUENTE: ECONOMIABLOG